domingo, 29 de marzo de 2009

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Derecho a Enchufarse al Sol

Llamada a la acción: derecho a enchufarse al sol con paneles fotovoltaicos en casa

La inversión en industria fotovoltaica creció un 450% en 2007, ampliando la capacidad nacional con 451 MW, el 18% de la global con un volumen de negocio de 7.800 millones de euros. El ranking de potencia fotovoltaica instalada en el año 2007 lo lideraba en primer lugar Alemania con 1.100 MW, seguido de España con 606 MW. Otro dato importante es que, mientras en Alemania el 45,4% estaban instaladas en tejados de viviendas, en España ése porcentaje es sólo del 8,8%.

Sin embargo, esta situación cambió de forma súbita en 2008, cuando se contabilizaron por parte de la CNE precisamente 2.661 MW instalados, según los datos de facturación de las casi 43.600 instalaciones fotovoltaicas que hay en España, lo que añade una horquilla que puede variar entre los 600 MW y los 1.100 MW como previsión de las notificaciones que están todavía por llegar al regulador energético. En el caso más optimista, los 3.700 MW suponen una potencia instalada 5,4 veces superior a la de 2007, cuando se instalaron 691 MW en España.

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Generación Cero

Os dejo por aquí un artículo de El País de hoy, que refleja los efectos colaterales de esta aún no empezada crisis del sistema. En él se habla de toda una generación que se ha visto obligada a hacer malabares y piruetas para conseguir su primer contrato de explotación, y que hoy, lógicamente, se ve en la calle abandonada y sin que nadie repare en ella. En fin, sobra decir que yo pertenezco a esa generación cero, pero bueno, me la pela sobremanera porque sólo esconde los deseos de seguir haciéndole el juego al propio sistema que nos ha colocado donde estamos. Bueno, no me enrollo más, echadle un ojo si os apetece.

Somos la generación Cero

Tienen menos de 30 años. Pero están condenados a seguir formándose, a vivir con sus padres aún más tiempo y a esperar. Porque terminan sus estudios en plena crisis. Y sin oportunidades


Una de las primeras cosas en las que se fija un seleccionador de personal tras escudriñar un currículum vitae es en los huecos. En los periodos en blanco, interrumpidos. En lo que no se ha contado de esa más o menos organizada relación de diplomas, títulos, cursos y cargos encabezada por una foto. Si los encuentra, en algún momento de la entrevista preguntará al candidato: "¿y aquí qué pasó?".

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