martes, 17 de marzo de 2009

ARQUEOLOGÍA DE LA GUERRA CIVIL. CÓRDOBA, 1936.

El amigo Colina ha colocado un breve pero interesantísimo artículo con una instantánea de la Plaza de las Tendillas en 1936. Se puede ver al fondo el edificio donde hoy está La Flor de Levante y, también, el que tenía el viejo Palacio del Cine, así como donde hay actualmente una farmacia.
Haciendo un ejercicio de recreación histórica, si fuéramos el fotógrafo y nos moviéramos unos 45º a la izquierda, toparíamos con el Instituto Góngora, en cuya fachada fue colocado el siguiente relieve, en conmemoración del cambio de nombre del lugar, de Plaza de la Constitución a -como se ve en la cartela- Plaza de la República.



Se trata de una placa rectangular, de 1 x 0'85 x 0'16 m de tamaño, donde de puede ver la imagen idealizada de la República como una mujer de torso desnudo, junto a los símbolos de la ciudad: la Calahora, el Puente, la Albolafia y el escudo de Castilla y León. Bajo el relieve puede leerse: Plaza de la República. Sus pechos, dedos y nariz fueron mutilados conscientemente, tras el golpe de estado que tan pronto triunfó en la capital cordobesa.
Esta pieza fue presentada como "pieza del mes" por un antiguo profesor mío, José Luis Casas Sánchez, que nos hizo una magnífica disertación sobre el autor de la pieza (fusilado poco después), el ambiente de la colocación y de su desmantelamiento, la figura del antiguo director del Museo, Samuel de los Santos, que debió protegerla y conservarla, pues se creía perdida, hasta que apareció en uno de los patios de esta institución... en definitiva, una semblanza completa de la época y de la ciudad a partir de la pieza. Vamos, pura Arqueología, sólo que con muchos más documentos, claro.
Lo mismo, lo que muestra el fotógrafo es justo ese momento en que se eliminan, violentamente, los símbolos de la República.
Magnífica foto, Colina, magnífica.

6 comentarios:

La Colina dijo...

Según he podido leer el tanque es ruso. La foto pertenece a febrero de 1937. Si quereis conocer más datos de este tanque y su uso en la
Guerra Civil ir a la siguiente dirección.

http://www.sbhac.net/Republica/Fuerzas/Armas/Carros/Carros.htm

casandra dijo...

Pues lo que tú aportas tampoco es moco de pavo.
El escultor no sería por casualidad Enrique Moreno, apodado "el fenómeno" porque sería la leche. A Moreno lo fusilaron en esos días y sus trabajos destruidos, su única estatua es la de Eduardo Lucena que hay en Emilio Luque y que además estuvo por una agría polémica durante décadas en los almacenes olvidada.

Jerónimo Sánchez dijo...

Creo que es ese que dices, Casandra... no lo recuerdo bien, pero sé que lo fusilaron al poco del golpe. La intrahistoria de la pieza es novelesca, la verdad, y es una suerte que se haya recuperado.
En cuanto a la foto, imaginé que era en invierno, por la ropa de la gente... en ese momento ya estaba -creo- todo destruido, pero bueno, el tumulto que machacó literalmente símbolos republicanos debió de se algo así, como casi todos los ataques a los símbolos de la libertad, premeditados, organizados y alevosos... y si no que se lo digan a la web de la Calleja. En fin, otra vez Plutarco y sus "vidas paralelas".

Victorio dijo...

¿Confirmáis que el escultor es Enrique Moreno Rodriguez "el Fenómeno" maestro en el arte del vaciado...?

casandra dijo...

Yo no puedo confirmarlo, pero hay indicios que pudieran apuntar que si. Uno el tiempo del fusilamiento, dos el estilo de la pieza que es similar a otras conocidas de él, y para mí el más contundente es el tipo de piedra utilizado para esta placa, que es idéntico al utilizado en la escultura de Eduardo Lucena, que ya es casualidad.
Es muy probable que lo sea. Supongo que se podrá certificar visualizando la pieza real.

harazem dijo...

Bueno, me imagino que no debe ser difícil de averiguar y menos para tí, Jerónimo. De todas formas a mí me ha emocionado mucho el encuentro con esta pieza desconocida, pero si además de confirma que se debió a la mano de "El fenómeno" la emoción podría multiplicarse. Si no concoces la historia de ese escultor te aseguro, Jerónimo, que merece el esfuerzo, porque ilumina como ninguna otra los matices más afilados del drama que se vivió en esta ciudad, y en todo el país, en los primeros días del Gran Espanto Español del 36.

Matilde Cabello se redimió no hace mucho con una acertada crónica de la misma:

http://www.eldiadecordoba.es/article/cordoba/222439/fenomeno/artistico/cordoba/oculto/mundo.html