miércoles, 11 de febrero de 2009

PRECISIONES SOBRE LA ÚLTIMA OBRA DE JUAN CUENCA.

No entraré en el tema de los concursitos porque no me interesan. Pero lo que me parece poco serio es proponer a un arquitecto cuya última y polémica obra es, objetivamente, una de las peores intervenciones en el Patrimonio que conozco. Y hablo desde la especialización en los estudios sobre la arquitectura (romana o tardoantigua) y la decoración arquitectónica como medio de acercarse a ésta.
Poner a este señor -y su equipo- como una especie de mártir del Patrimonio, o incomprendido de la rehabilitación arquitectónica, obedece a un profundo desconocimiento. La intervención, resumiendo, ha sido un compendio de LO QUE NO HAY QUE HACER. Cito datos objetivos, no "impresiones":

1. No ha existido escrúpulo histórico porque no ha existido documentación arqueológica del puente. Como no ha habido un estudio paramental (de paramentos) ni excavación arqueológica, no sabemos las fases fundacionales, las adiciones, ni las superposiciones, ni las restauraciones antiguas... nada.

2. Lo que sí sabiamos todos es que existía toda una serie de fases arquitectónicas de los siglos XIX y XX que han sido eliminadas, en contra de todos los convenios del ICOM ratificados por España. Además, se han construido partes de las que apenas se sabe que existían, no cómo eran, ni de qué estaban hechas, volviendo el puente a un estado "preliminar" decidido arbitrariamente por el arquitecto. Para colmo, se han utilizado materiales modernos, como hormigones... muy poco apropiados para edificaciones históricas.
Pondré un ejemplo idéntico: siguiendo el mismo criterio, se podría encargar al mismo arquitecto y a su prestigioso equipo la demolición controlada de la Catedral y la vuelta a un estado original, convertido el edificio en Mezquita. Sigamos el argumento: se podría derrumbar la mezquita aljama y volver a reconstruir la basílica de San Vicente... y así hasta el absurdo.

3. No contentos con la demolición de las fases contemporáneas, se introducen soluciones epidérmicas basadas en el gusto del arquitecto, no en un estudio histórico-arqueológico serio, que no se ha realizado. Lo de menos es la polémica estúpida del granito, en la que algunos han entrado, pero que a muchos cordobeses ha gustado porque, simplemente, no se hacen daño en el culo cuando van con la bici (menudo criterio). Y lo de las luces... no tiene desperdicio: se elimina el alumbrado del XIX-XX y se ponen luces posmodernas a ras de suelo; la iluminación situada en el propio puente, además, altera la visión del monumento, no siendo precisamente una intervención falta de impacto visual.

4. La intervención en la Calahorra (no la otra) y la definición de las fases arqueoarquitectónicas se debe a Alberto León, profesor de la UCO y experto en castillos, no a Juan Cuenca, que ya se encontró el trabajo hecho.

5. Prueba de la forma de actuar de este arquitecto es el centro de recepción de visitantes, donde parte de los restos han sido eliminados y cambiados por hormigón, mucho hormigón. Por cierto, todavía queda por integrar la muralla que protegía la Calahorra, de tapial y posiblemente bajomedieval (lo sé porque aquí sí se ha hecho excavación estratigráfica y se saben las cronologías, algo que no se puede decir del puente).

6. Que toda la cuestión del puente se politizó es evidente... también es válido este argumento para las prisas por su inauguración.

7. Cubrir las obras con las pinturas de Gordillo (independientemente de que, para mi gusto, son horrendas y faltas de ningún valor artístico) ha sido un error económico, que nos ha costado mucho dinero. Podrían haberse puesto anuncios de alto contenido estético-artístico, como en Italia, que hubieran ayudado a autofinanciar la obra en parte. Pero claro, para eso hay que tener una ley estética que impida que pongan un anuncio de tabaco, por ejemplo.

Por tanto, y en resumen, Juan Cuenca es otro de esos arquitectos que prescinden de arqueólogos y otros especialistas en sus proyectos. No es nuevo. Ahora es Cuenca, con el PSOE; antes fueron otros cuando gobernó el PP. Recuerdo a los señores lectores que, en caso de ataque nuclear, el mejor refugio son las paredes de 70 cm de hormigón armado de los mausoleos. La pantalla de cemento usada en San Pedro tampoco está mal, y se la debemos a otro arquitecto local.

Concluyendo: antes de hablar y proponer cosas hay que saber de lo que se habla e informarse de las implicaciones de los propuesto, y ser medianamente serios. Es poco creible que se critique con furor un cuadro horrendo colgado con tachuelas infames y, sin embargo, se eleve a los altares a alguien que, objetivamente, la ha cagado.

31 comentarios:

Anónimo dijo...

Encantando de leerte.

Dr. Mabuse dijo...

Tu opinión, argumentada de forma coherente sin duda, me merece el máximo de los respetos. No obstante, me da la impresión, sólo la impresión, de que el puente anterior, si consideramos que lo realizado en él tiene mucho de 'reconstrucción' en cierto modo, no era la mejor versión posible de puente que pudiera existir. Más hormigón tenía aquel que este, al menos a simple vista; menos práctico era su pavimento, al menos a efectos del simple paseo, al que felizmente ha tornado su funcionalidad; más vulgar eran sus pretiles, propios de Nacional IV.
Por otro lado, según entiendo, la Ley del Patrimonio Histórico no dice nada en relación a la eliminación de elementos 'contaminantes' que puedan desvirtuar la esencia de los monumentos. Claro, esto puede ser arbitrario en este y en otros muchos casos. Y siempre, siempre, cualquier rehabilitación monumental está dirigida por arquitecto, por muchos asesores (historiadores del arte, arqueólogos...) con los que cuente en su estudio. Y todos los arquitectos, los de aquí y los de allí, los de ahora y los de antes, han intentado dejar su sello en sus trabajos.
Creo que tú también puedes coincidir conmigo en que el siglo XX ha sido especialmente agresivo con el monumento. Criminalmente agresivo. Yo al menos me felicito de que haya adquirido nueva vida y una nueva imagen alejada de la fealdad (sí, fealdad) y grisura a la que nos tenía acostumbrado. Ya que no podemos pedir que sea 'romano' (porque dejó de serlo al terminar la Edad Antigua), la versión actual es, al menos, 'escamondá', como diría mi madre. Y eso en Córdoba, tal y como está la cosa, parece lindar con los ámbitos celestiales.

Jerónimo Sánchez dijo...

VAmos a ver, Dr. Aquí no hay cuestión de gustos. Es una cuestión técnica, de intervención en el Patrimonio. No hay que volver nada a ningún sitio. La Historia, toda la Historia, es igual de importante, sea la que sea. Y los proyectos de rehabilitación deben ser respetuosos con la vida del edificio, incluso con la parte de esa vida que no nos gusta, ni a ti ni a mí. El puente no es romano: es un monumento actual con una vida, que hay que respetar y no crear falsos idealizados. La Historia no se puede alterar. Es la que es. Es como el principio de retroactividad en las leyes. Un ejemplo: en muchos castillos de la provinca hay grafitos que escribieron las personas que, durante la Guerra Civil, buscaban refugio en ellos. Imagina que se restaura alguno de esos castillos: ¿quitamos los grafitos o no? yo entiendo que no se debe. Es más, hay que hacer todo lo posible por recuperarlos.
En fin, siento el coñazo de criterios técnicos, pero no veo bien que nos la cojamos con papel de fumar para unas cosas y luego, lo gordo, es como si no pasara nada.
Yo me limito a expresar el criterio técnico-científico que hay en la actualidad, fruto de años y años de trabajos y controversias. Y creo que es bueno. Ahora bien, si en Córdoba prefieren hacer un parque temático en la Mezquita y entorno y no rehabilitar como es debido, pues que lo digan, y que esgriman las razones. Pero que no vendan una moto muy vieja que aquí hay gente que sabemos de qué va esto.
Seguro que este señor es el mejor tío del mundo y que tiene edificios muy bien hechos, incluso rehabilitaciones medianamente aceptables, como la Corredera. Pero con el puente, insisto, la ha cagado en toda regla... pese a quien pese.

casandra dijo...

Posiblemente yo he propuesto a Juan Cuenca con la misma vehemencia con la que Gerardo ha propuesto a esta taberna para el mismo cordobán. También un poco por dar a entender que en Córdoba hay personas merecedoras de ese premio que me gusta tan poco como a tí.
No me ha gustado el tono ni la insinuación última de que resulto poco creíble criticando una mierda de cuadro en la Mezquita y no viendo la "cagada" que tú tan objetivamente ves. Has empezado avisando de que eras un titulado experto en la materia, para luego sentar cátedra con criterios objetivos con apariencia de indiscutibles que rezuman subjetividad por los cuatro costados. Traslucen también un problema latente de competencias profesionales que al parecer enfrentan a un colectivo y a otro. Aseguras que no ha contado con el apoyo de arqueólogos para este trabajo para después afirmar que la obra de la Calahorra que yo destaco en la fotografía, ha sido meritoriamente realizada por un arqueólogo, que supongo que estaría dentro del presupuesto de las reformas que ha dirigido el señor Cuenca.
Especialmente llamativo me ha parecido el ejemplo de "novamás" que citas de desmontar piedra por piedra la mezquita para volverla a montar, y me ha traido el recuerdo de que eso exactamente es lo que han hecho los arqueólogos en la Casa Patricia de la calle El Algarrobo; desmontar todo pieza por pieza para reconstruir luego lo que les ha dado la gana y colocando réplicas en vez de los mosaicos originales. Ya me dirás tú a mí, como puedo confiar en la objetividad de los arqueólogos cuando he visto lo que he visto en esta ciudad. Además, y no me tires de la lengua, los arqueólogos andaluces están en muchos casos detrás o al lado de los grandes expolios que se han cometido en Andalucía.
En definitiva Jerónimo, que yo también creo saber de lo que hablo y desde luego que intento ser medianamente serio cuando escribo en la barra de esta taberna. Reconozco eso sí que tú puedes tener una visión más precisa de algunos procesos de la obra, y que por supuesto leo con mucho interés porque me gusta aprender, pero no me pidas que considere estos como objetivos porque mi intuición me dice que no lo son y yo a la intuición le doy tanto valor como a la ciencia.
No cambio mi opinión sobre la reforma del entorno ni un milímetro, ahora bien, también como tú, estoy atento al resultado del centro de visitantes con el que no he comulgado desde su primera presentación.

Dr. Mabuse dijo...

Nada más lejos de mi concepción del patrimonio que la de su conversión en parque temático, cosa aberrante en cualquier caso. Y claro que este es un asunto complejo, aparte de los conceptos rigurosos y técnicos que esgrimes. Para ello sólo echar la mirada atrás y recordar lo sucedido con Grassi en Sagunto. Seguramente, un falso histórico es recuperar una imagen decimonónica como lo es buscar en Vitrubio el puente ideal. El error (o el acierto) de Cuenca fue considerar lo transformado en el XX como error. La consideración del tal hecho como error (o como acierto) es subjetivo. Desde mi punto de vista, la tropelía debe ser removida en cualquier caso, al igual que la estatuaria franquista de las plazas españolas. La conversión del puente en parte conformante de una Nacional fue un crimen de lesa humanidad. Y sueño a diario porque las capillas laterales de la Mezquita sean derribadas y las puertas de acceso desde el patio abiertas.
En el fondo no me queda otra que la de estar de acuerdo contigo en cuanto a tus razonamientos técnicos, de los cuales debes saber un rato. Pero entonces ¿por qué la mayoría de los monumentos que actualmente conocemos y glorificamos son tan falsos? ¿por qué demonios se reconstruyó el campanile de San Marcos en Venecia o el Puente Viejo de Florencia? Estas preguntas tienen respuestas en convenientes manuales en los que se sigue la trayectoría de las teorías de rehabilitación a lo largo de la Historia, desde Violet Le-Duc hasta nuestros días, lo cual indica que a día de hoy existen teorías que a día de mañana serán seguramente desechadas.
Mi relativo placet a la intervención de Cuenca es, como no podría ser de otro modo, fruto de una parcialidad consciente. El resultado es, como ya indiqué anteriormente, una versión posible. No obstante considero que cualquiera sería mejor que la versión de adoquines, acerados y hormigón ennegrecido a las que el viejo puente nos tenía acostumbrados.

Jerónimo, de corazón, muchas gracias por el tiempo que dedicaste a tu réplica. Un saludo.

Anónimo dijo...

Dejando a un lado la más que cuestionable intervención sobre el tablero del puente, me siento indignada con el calificativo que hace Casandra de la obra de Cuenca: "escrupuloso respeto histórico", etc, etc.
Y esto se debe a que aún queda otra actuación pendiente en este eje Calahorra-Puerta del Puente, consistente en la demolición del edificio del Grupo Escolar Rey Heredia, sito tras la Calahorra.
Pues bien, este edificio que puede resultar a simple vista digno de un regionalismo soso propio de tiempos fascistas, es en realidad el primer edificio construido expresamente para albergar un colegio público, proyectado por uno de los grandes arquitectos que trabajaron en Córdoba: Francisco Azorín Izquierdo.
Dicho edifico surgió a principios del siglo XX en un momento en el que los niños se encontraban hacinados en casas antiguas llenas de humedad y ruina, por lo que, siguiendo las corrientes europeas de salubridad y educación, Azorín adaptó dichas influencias europeas realizando una serie de colegios en los que los niños tuvieran todas las comodidades para formar su infancia, siendo éste el primer edificio en plasmarlas.
Pues bien, este edificio centenario, testigo de una época, la Primera República española -como demuestra el escudo situado sobre su puerta de entrada- va a ser demolido para dar realce a la Calahorra, mientras se hacen jornadas y se publican libros acerca de la obra de Azorín Izquierdo lamentándose de la destrucción casi sistemática que sufrió la obra de este insigne arquitecto allá por los años 60 y 70.
Sinceramente, no veo nada de escrupuloso respeto histórico el demoler la historia de principios del siglo XX para realzar la del siglo XV.

Jerónimo Sánchez dijo...

Por partes "Casandra":
1. Yo no insinuo nada, afirmo. No puedo comprender que personas con tanta sensibilidad hacia un cuadrito (horrendo, insisto) no pueden dejar de tenerla con un puente entero. Es aquello de la paja y la viga.
2. No siento cátedra alguna. Sólo reflejo cómo está la situación de la restauración-rehabilitación de los edificios desde una visión técnica, ni estética ni subjetiva. Inventarse cosas que ya no existen NO es restaurar; quitar las que a uno no le gustan, tampoco. Me parece que pocas personas verán subjetividad en lo que escribo.
3. Contar con arqueólogos no es una cuestión de competencias profesionales. Es una cuestión de criterios de trabajo. Unos hacen unas cosas y otros, otra. Si no tienes a los profesionales que te dicen la evolución del edificio, difícilmente sabrás cómo ha evolucionado el edificio.
4. Alberto León estudió la Calahorra muchos años antes de esta intervención. Cuenca, imagino, habrá usado sus trabajos. Ya te digo yo a tí que en ese equipo no había arqueólogos, hasta donde yo sé. Por cierto, ¿por qué Cuenca hace lo que hace en la Calahorra y no lo hace en el puente? Si tan magnífico resultado da, claro. Se ha perdido la oportunidad única en muchos años de realizar un estudio serio del puente, excavación incluida. ¿cómo sabes tú que es romano? yo no lo sé, no hay excavación y no hay materiales. El módulo de los sillares de la plataforma inferior, esa que se ve cuando no hay agua, parece romano, pero idénticos los hay en la base de la ampliación de Almanzor de la Mezquita.
5. No voy a entrar en tu falsa argumentación de guerras arqueólogos vs. arquitectos. Yo no hablo de todos los arqueólogos ni de todos los arquitectos. Hablo de un arquitecto que lo ha hecho mal. ¿quieres ejemplos de arquitectos, y además españoles, que lo han hecho bien? Catedral de Vitoria, Catedral y Teatro de Cartagena, Castillo de San Jorge en Sevilla... en fin, un chorro. Y si te vas a Italia, bueno, por no aburrir, Crypta Balbi, lo resume todo.
6. Arqueólogos sinvergüenzas y arquitectos igual hay un montón. La pasta es la pasta. Insisto, yo hablo de un arquitecto en una obra concreta.
7. Si le das tanto valor a la intuición es cosa tuya. Yo pasé de la mística hace mucho. Pero si dices eso no me digas luego que soy subjetivo, porque tal vez tú veas subjetividad donde sólo hay comentarios técnicos.
8. Por desgracia, que cambies o no de criterio ya no va a devolver al puente a lo que nunca debió dejar de ser, con sus imperfecciones. Esto que ha hecho Cuenca es, también, historia... y no se puede cambiar.

Jerónimo Sánchez dijo...

Bueno, Dr., enhorabuena por la argumentación y la exposición, y no te falta razón con el relativismo. Pero creo que coincidirás conmigo en que, en todas las ciencias y trabajos, hay una serie de protocolos de actuación, que deberían cumplirse. Con el Patrimonio, igual. Lo que pasa es que hacerlos valen pasta, y no siempre hay gente dispuesta a invertir en esto. Creeme, hay poco margen de error para subjetividades.
Tampoco se puede comparar, creo, monumentos destruidos en la guerra y luego reconstruidos, que un monumento "restaurado". Me viene a la memoria el puente de Mostar, o la abadía de Montecasino.
En cuanto a las teorías de restauración, igual: mañana seguro que sacan una cura contra el SIDA, pero mientras hay que seguir investigando y trabajando con lo que hay. Es muy complicado, pero no hay que hacerlo más aún de lo que ya es.
Y el hormigón me gustaba tan poco como tí. Otra cosa son los adoquines. Alemanes, austriacos, polacos o chechos están comprando los adoquines que portugueses y españoles no queremos y los están usando para rehabilitar sus cascos históricos, porque hacer adoquines es carísimo. Ya me gustaría a mí saber qué han hecho con ellos. Pero vamos, que lo importante es, insisto, las fases históricas y su estudio.
Y bueno, Dr., gracias por tan buena conversación, aunque sea electrónica. Lo único que siento es no poder dedicar más tiempo a esto.

lola dijo...

Hola Jerónimo, respeto tus interesantes y doctas puntualizaciones sobre la reforma del puente, desde la perspectiva del trabajo pulcro y fiel del arqueólogo con la historia.
Pero me resulta paradojico la obstinación con tu objetividad cuando a renglon seguido opinas no entender porque hay personas que son mas sensibles a un clavo de la Mezquita que a la certera negligencia cometida en el puente.
Pues precisamente por eso, porque hablas de sensibilidad, no puedes aducir a la objetividad.
Esto no es un congreso de arqueologia, aunque ya quisieramos. Esto es una taberna donde se vierte opiniones subjetivas y quien pueda y sepa, informarnos de la manera mas profesional posible en ciertas materias.
Yo personalmente me he sentido agredida por los clavitos de la Mezquita porque me han pitado. En el puente hay aspectos que me gustan y otros que no. Y digo, me gusta porque mi ignorancia en estos temas me inclinan a opinar según mi criterio estético.
Leo tu primer post y me haces apreciar derivas en la restauración que no conocia, no habia reparado en ellas o simplemente no me ha interesado plantearme un juicio.
Y por eso te o agradezco. Pero...sigo escandalizandome por los dichosos clavitos del dichoso cuadro.

Jerónimo Sánchez dijo...

Lola:

los clavitos me molestan como al que más. No me gustan y, si ves en el post, digo y ratifico que me parecen horrendos, y dicen mucho de lo que algunos entienden por "patrimonio". Lo que no se puede es usar los mismos argumentos para machacar algo que no supone nada en un edificio y que, cuando entre alguien con un mínimo de saber lo quite, sin más, que una obra que literalmente ha transformado un edificio histórico en otra cosa. Ya sé que esto no es congreso de arqueología... por eso he hecho un post suavito, sin incidir demasiado en las prescripciones técnicas. Pero hay que ir metiendo en la cabeza de la gente que, en Patrimonio, no todo vale. No es obstinación con nada, es precisión. Y no entiendo muy bien que haya gente a la que le moleste, o que piense que no se debe decir. Yo por mi parte, mientras pueda, seguiré dando el coñazo con estas cosas, si me dejan.
Igual que no todo vale en medicina, o en derecho. Pues lo mismo con el Patrimonio. Porque opiniones tenemos todos. Y en Córdoba, algunos ya estamos muy cansados de que las cosas sean buenas o malas dependiendo de si las hacen los de un bando o los de otro. Porque el final siempre pierden los mismos: los ciudadanos y los restos.

Anónimo dijo...

Gracias, Jerónimo. Básicamente, estoy de acuerdo contigo. Hay que recordar que para la restauración existen unas normas, nacionales e internacionales que son de obligatorio cumplimiento. Y punto. Decir que esto es subjetivo es pa mear y no echar gota.

Por otra parte, podemos entrar en la base de esas normas que son las que actualmente rigen cualquier actuación en este campo. Por ejemplo, creo que Jerónimo indica cuál es uno de los problemas de este trabajo sobre el puente: la falta de estudios históricos y arqueológicos previos. Si no sabemos qué sillares son romanos, cuáles árabes y cuáles del tiempo de maricastaña, ¿cómo vamos a definir un criterio de intervención? Por eso se ha intervenido sin criterio.

Anónimo dijo...

Vuelvo: por ejemplo, la reciente Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, dice a este respecto:

Art. 20.2. "Las restauraciones respetarán las aportaciones de todas las épocas existentes".

Art. 20.3. "Los materiales empleados en la conservación, restauración y rehabilitación deberán ser compatibles con los del
bien. En su elección se seguirán criterios de reversibilidad, debiendo ofrecer comportamientos y resultados suficientemente
contrastados. Los métodos constructivos y los materiales a utilizar deberán ser compatibles con la tradición constructiva del bien."

Art. 20.4. En el caso de bienes inmuebles, las actuaciones a que
se refiere el apartado 3 evitarán los intentos de reconstrucción,
salvo cuando en su reposición se utilicen algunas partes originales
de los mismos o se cuente con la precisa información documental y pueda probarse su autenticidad. Si se añadiesen materiales o partes indispensables, las adiciones deberán ser reconocibles y evitar las confusiones miméticas.


Artículo 22. Requisitos del proyecto de conservación.
1. Los proyectos de conservación, que responderán a criterios multidisciplinares, se ajustarán al contenido que reglamentariamente
se determine, incluyendo, como mínimo, el estudio del bien y sus valores culturales, la diagnosis de su estado, la descripción de la metodología a utilizar, la propuesta de actuación desde el punto de vista teórico, técnico y económico y la incidencia sobre los valores protegidos, así como un
programa de mantenimiento.

Hay mucho más, desde la Carta del Restauro, pero creo que esta pincelada "legal" puede ser significativa. A no ser que también la ley sea subjetiva... pero entonces ya no merecerá la pena entrar más en esta discusión sobre una obra concreta realizada por D. Juan Cuenca.

harazem dijo...

Mi postura está exactamente punto por punto reflejada en la contestación del Dr. Mabuse y no voy a incidir por el riesgo de caer en fusilamiento de textos ajenos.

En cuanto a lo que apunta Saqunda realmente me siento también desolado por el proyecto de demolición del colegio y tengo en mente desde hace tiempo acudir al trabajo coordinado por el malogrado Paco García Verdugo sobre Azorín para escribir algo sobre el tema, que me ha sobrevenido por un escándalo previo que ya he denunciado en alguna otra ocasión. El que a ese colegio, símbolo del racionalismo pedagógico de esta ciudad, construido por uno de los ilustrados más importantes que han vivido y luchado por ella y que contaba con el nombre de uno de los pocos científicos que han nacido aquí se le cambiara el nombre, por imposición de las fuerzas más reaccionarias cordobesas y con la complicidad de la Junta y del Ayuntamiento, ambos en manos de la izquierda moderna leré, por el de un fascista redomado cuya único contacto con el mundo de la infancia fue la confección de un catecismo de índole racista y totalitaria, versión casi literal de algunos capítulos del Mein Kampf de Hitler: el obispo Fray Albino. Y por supuesto responsable directo del golpe militar en el que fueron asesinados 7.000 cordobeses a sangre fría y que no consiguió asesinar al propio Azorín sólo por unas horas.

casandra dijo...

Jolines lo que estoy aprendiendo en este post. Es una maravilla. De todas formas, da la impresión leyendo vuestros comentarios, de que Córdoba sea un lugar de ortodoxia y correción al 100% en las intervenciones arqueológicas, solo rota por el mal hacer de este arquitecto, que ha levantado todas las ampollas profesionales del sector.
Os volvéis más papistas que el papa a la hora de enjuiciar la obra de Juan Cuenca y disparáis con decretos y leyes que se están saltando a piola en muchas intervenciones "de urgencia" en los años del pelotazo inmobiliario. Disculparme mi ignorancia, pero yo sigo viendo en esta intervención del puente una obra eficaz, que ha devuelto el entorno a la ciudad y sobre todo un proyecto llevado a puerto por fin en esta ciudad de maquetas insolubles. Tengo en mi cabeza, aun la horrorosa estampa que presentaba el viejo puente, repellado de hormigón y comido por las malas hierbas y la humedad, y ahora lo que veo es el mismo puente pero limpio y consolidado, donde puedo apreciar las diferentes fábricas que este ha tenido (dejo para el experto su clasificación) y por eso, desde mi posición de simple cordobés me sigue pareciendo muy bien el trabajo realizado, aunque solo fuera porque por fin en la ciudad, alguién termina una obra anunciada, en tiempo y forma. Sigo pensando que esa objetividad que abanderáis con leyes y cartas, tiene un tufo subjetivo, y pienso también que pudiera ser más fácil, corregir posibles errores en la pasarela, que quitar el bodrio que esos hijos de su madre han clavado en la mezquita. así que os invito a que no lo consideréis una nimiedad, y esgrimáis todas esta leyes ante estas pequeñas y agresivas alcayatas, a ver si hay cojones de quitarlas que fuera de la ley seguro que están. Por cierto anónimo; claro que la Ley es subjetiva ¿lo dudas acaso? ¿es que no lees los periódicos a diario?

casandra dijo...

Para Saqunda:
Eso que cuentas de la escuela lo desconocía y es muy interesante. Siempre me ha gustado ese edificio y las palmeras que lo preside. Podrías ampliarlo un poco y subirlo a un post independiente para que tuviera su propio debate. Gracias.

Dr. Mabuse dijo...

En consecuencia, y a tenor de lo que habéis indicado, ¿Juan Cuenca es un mentiroso?:

Pregunta - La mayor parte de la obra consiste en una limpieza a fondo.

Juan Cuenca - Todo el resto de la obra es arqueológica. Lo que se ha hecho es quitarle el revestimiento de cemento Portland, durísimo por cierto y que fue una barbaridad ponerlo, para que aflore toda la historia del Puente Romano. Los sillares, estaban bajo esa capa y ahora conocemos las señas de identidad. Y no queda ni un arco originario. Todos son de época medieval o del siglo XV o XVI. Si fuera romano, que yo creo que sí aunque no todo el mundo esté de acuerdo, no queda nada. Sólo unos quedan unos grandes sillares al pie de la Calahorra.

P - Un ingeniero militar, Sainz Gutiérrez, cuenta en un librito de principios del XX todas las catástrofes que le pasaron al puente. ¿Su historia es la de sus reconstrucciones?

JC - Esa es la tesis del proyecto. Es la historia de sus destrucciones y reconstrucciones. Ya detectamos qué parte del puente se cayó y qué forma parte de una obra posterior. Tenemos una historia escrita en piedra. Está por hacerse esa historia del Puente Romano que ahora sí puede llevarse a cabo. La Gerencia ha realizado un estudio arqueológico y lo que yo he querido es coordinar su labor de investigación con la nuestra de restauración. Primero, entrábamos nosotros, descubríamos los sillares, y los arqueólogos lo dibujaban uno a uno. A raíz de esa información, se decidía qué sillar se sustituía, cuál se rellenaba con mortero o cuál se abandonaba. Sólo se han reconstruido los elementos de los que teníamos un modelo previo. No se ha inventado nada. Ha habido un trabajo científico tremendo para dejar el puente igual que en el siglo XIX. Porque las intervenciones del siglo XX fueron muy dañinas.

Para leer la entrevista completa:
http://www.eldiadecordoba.es/article/cordoba/23671/puente/romano/tiene/ofrecer/testimonio/hoy.html

Queda demostrado, en contra de lo que se ha asegurado en los últimos posts, que Cuenca siempre afirmó el rigor arqueológico que sirvió de trasfondo a su trabajo. ¿Quién tendrá la razón? Bob Dylan, el genio de Minnesota, ya lo dijo tal que así: "The answer, my friend, is blowin' in the wind, the answer is blowin' in the wind. O quizás no.

Un saludo para todas y todos.

Anónimo dijo...

Dr. Mabuse: a la vista está. De todas formas, me da la impresión de que mis argumentos duelen por ahí, parecen algo "personal" o de carácter "corporativo", y de verdad que lo siento. No he intentado ser agresivo en ningún momento. Simplemente tengo razones para no admirar la obra de Cuenca (en este caso, hablamos en concreto del puente; podríamos hablar de más obras, pero si con una sola ya nos perdemos...). Tengo unos criterios en conservación del Patrimonio muy lejanos a los de este arquitecto. No a los de "los arquitectos". No es que no se deba generalizar, es que hay un buen puñado de grandes arquitectos que intervienen con seriedad el patrimonio, con actuaciones que a veces son muy arriesgadas, modernas, incluso polémicas, pero que son técnicamente impecables.

Resumiendo: no me gusta Juan Cuenca. Y se nota (ya lo sé). Y tengo razones para que no me guste, porque yo creo que la recuperación del patrimonio arquitectónico es otra cosa, diferente a lo que él piensa. Y no creo que deba apoyar su candidatura a un premio, por muy casposo que pueda ser, para el que alguien ha postulado a esta "Calleja".

A propósito: soy anónimo (porque no sé ser otra cosa ahora mismo; ya lo miraré). Era ojeador de Calleja, poco participativo, y he decidido participar porque es necesario mantener foros de debate libres como este, que tanto parecen molestar a los intransigentes de toda la vida. Ánimo.

Anónimo dijo...

Para Hazarem y Casandra:
El tema de la demolición del colegio Rey Heredia ya lo denunciamos publicamente varios colectivos (Aula de Patrimonio de la UCO, Amigos del Museo Arqueológico, y otros) hace unos años en el Diario Córdoba y no nos hicieron ni puñetero caso, la respuesta obtenida verbalmente con un técnico de la Gerencia de Urbanismo fue: "si conseguís algo, os invito a champán". Tengo bastante documentación sobre el edificio (espero conservarla aún...), así que estaré encantada de poner un post acerca de él. Realmente me gustaría que se volviese a revolver el tema, a ver si aún estamos a tiempo de conseguir algo, ya que la mierda cuando se remueve más huele.

Y por lo que respecta a la polémica del puente, y que no me he pronunciado aún, pienso que lo primero que debemos hacer es decir que basicamente todos los que estamos comentando el tema, estamos de acuerdo con lo que se ha hecho en la Calahorra, Puerta del Puente y los arcos y plataforma del puente. Donde se encuentra la polémica es en el tablero y pretil, zona que presenta la intervención agresiva. A este respecto pienso que lo que ha hecho este arquitecto es una interpretación personal -sujeta a la imposición del granito- de cómo fue el tablero a finales del siglo XIX. Y para discutir este tema creo que sería interesante escribir otro post en el que se muestren imágenes reales del puente a finales del siglo XIX y principios del XX, y así comparemos todos la obra "original" con el resultado. Para ello tengo multitud de imágenes. Y por cierto, Jerónimo, la oficina de Arqueología de la Gerencia de Urbanismo hizo unas catas previas de seguimiento de sondeos en el tablero para ver la estabilidad del puente. En ellas se vio -yo lo ví al pasar por allí- bajo el adoquinado un suelo de cantos -que se conserva o conservaba íntegro en la zona de calzada entre el puente y la puerta del puente-, y bajo éste, otro de sillares de calcarenita. De esto hay imágenes en la página de Arqueocordoba.

Si estais de acuerdo ya me decis como poner estos post que propongo.

casandra dijo...

Saqunda, lo mejor es que lo subas tú, es fácil aun sin experiencia, para ello tienes que proporcionarnos una dirección de email (si es de gmail.com mejor para tí) nosotros te registraremos como participante y recibiras en ese mail una invitación a participar que debes responder.
Así de fácil y ya puedes subir post.

Jerónimo Sánchez dijo...

Por orden de llegada, para Casandra: 1. no voy a insistir en desmontar tu argumento (falso) de luchas entre arqueólogos y arquitectos. Lo mismo no has leído con atención los comentarios que he hecho, donde señalo qué otras cagadas hay en Córdoba.
2. Me alegra que aprendas. Yo también estoy aprendiendo muchas cosas que desconocía de este foro. Y la ignorancia nunca fue buena.
3. No hay que desviar la atención. Lo del cuadrito de marras era un ejemplo que, se ve, a gustado mucho. Pero sólo uno. Y no trates de argumentar (también falsamente) que es que a algunos no nos importa. De nuevo no has leído con atención.
4. Por cierto, me permito una subjetividad, de esas que te gustan: tanta defensa incondicional es, cuando menos, sospechosa.

Para el Dr.

1. Gerencia de urbanismo y arqueología es como decir aceite y vinagre. Ya escribí en cierta carta al periódico Córdoba cómo la Gerencia, con arqueólogos mileurista que ganan menos que algunos peones a los que dirigen, se permite desmontar todos los restos del aparcamiento de la Herradura (obra de concesión municipal) y, justo en frente de la calle, impide hacer nada a unos privados, que han tenido que vender el solar. No hay el mismo criterio si la obra es institucional o es privada, y ese es uno de los grandes problemas de Córdoba.
2. Un estudio arqueológico no es dibujar piedras. Desde luego, la entrevista (la desconocía, por cierto) no tiene desperdicio. El propio Cuenca dice que "ellos" han descubierto los sillares para luego dibujar: eso es una excavación arqueológica en un monumento, y los arquitectos ni saben ni pueden hacerla legalmente. Con ello se está perdiendo la estratigrafía arqueológica, vertical -de muros- y horizontal -de estratos- con lo que es imposible saber de cuándo es cada paramento.
Vamos, que si tu contratas a un arquitecto para que haga eso en una casa que tengas en el caso histórico la misma Gerencia y la Junta te meten un puro que flipas. Doble rasero de nuevo, eso sí, qué curioso, beneficiándose siempre los mismos.
3. La propia entrevista revela que este señor sabía muy bien lo que estaba haciendo. La del XX es mala y la del XIX buena ¿por qué?¿por que le daba la gana? En fin, yo creo que las respuestas están muy claras (eso sí, a nivel profesional, ni estético ni político). Sólo hay que querer verlas.
4. Y de rigor arqueológico, nada de nada. Los arqueólogos excavan, somos los que "limpiamos las piedras" para ver, insisto, las estratigrafías arqueológicas y lo que nosotros llamamos interfacies, es decir, la huellas entre estratos y estratos, que aportan la secuencia temporal relativa. Luego, la secuencia temporal absoluta (el cuándo se hizo, en el XX o en el XVII) viene dada por el estudio de materiales. Nada de esto se ha hecho, por lo que, ¿cómo sabe qué quita o qué pone?. Desde luego, la entrevista ha sido muy, pero que muy clarificadora. A mí me ha dejado bajo estado de shock.
5. Una vez cometida la fechoría, en la que -según la entrevista- ha dado su visto bueno la Gerencia (y la Junta, claro, tal vez para cubrir las espaldas de una obra tan "representativa"), se ha puesto el suelo, el pretil y la iluminación que a este señor le ha dado la gana, de nuevo. Eso sí, muy limpia y moderna.

Sigo sin ver las bondades por ningún sitio; creo que he demostrado objetivamente el porqué considero ésta una mala intervención. Y, la verdad, a tenor de algunos comentarios, veo que nadie va a bajar de los altares a este señor, haga lo que haga (él, claro). En fin, no os daré más el coñazo. No es mi intención dar clases a nadie y menos hacer un cursillo de "Arqueología en 3 días por internet". Ya tenéis la información y una visión técnica (bueno, más de una, no sólo la mía). Ahora ya sabéis y sois muy libres para elegir. Aunque pienso que algunos, se diga lo que se diga, ya habían elegido hace mucho tiempo.

Anónimo dijo...

Casandra aquí tienes mi mail:

saqunda@gmail.com

dificil verdadero dijo...

Creo que los post sobre el asunto están casi todos llenos de un interés muy particular. La discusión debe ser sobre la obra de Juan Cuenca y no sobre los arqueólogs y su trabajo. Me váis a permitir una opinión sobre lo primero. Juan Cuenca ha hecho una gran restauración para el gran público, ha sacado muy dignamente una propuesta, la suya evidentemente porque el trabajo se lo encargaron a él, que goza de una aprobación popular muy mayoritariamente aceptada. Yo he asistido, in situ, con Juan, a una conferencia sobre su actuación de algo más de tres horas y también tiene sus dudas sobre varias custiones que habéis planteado, y sobre todo las de Jerónimo. Osea que él también una vez acabado el trabajo, algunas terminaciones las habría cambiado. Para opinar sobre algo, y sobre todo descalificar una obra, hay que conocer al personaje y debatirlo con él. Y posteriormente opinar no sobre lo que hubiera hecho yo, sino sobre el resultado. Todo es cuestionable, pero todo es digno de valorar si se trabaja con rigurosidad y no se entra en terrenos maniqueistas seudo-políticos muy aderezados por la clase de baja estofa que nos rodea y que nos dice representar.
Con respecto al trabajo de los arqueólogos/as, deberíais ponerle al Sr. Murillo, arqueólogo de la Gerencia Municipal de Urbanismo su nombre a una Plaza o Calle de Córdoba en agradecimiento a su tesón en incluir en el PGOU el informe previo a cualquier solicitud de licencia, sin el cual no se puede tramitar nada de nada. Ha inventado una profesión nueva y ha dado trabajo a una cantidad de profesionales que se han convertido en arquitectos-arqueólogos con firma para dar o quitar licencia a todo lo que se mueve en la ciudad. Eso sí, un arquitecto no puede hacer una excavación arqueológica, pero un arqueólogo si puede decir que es lo que se destruye o se conserva. Repito, al Sr. Murillo le debéis la vida en Córdoba. Nunca una persona sola tuvo tanto poder para decir que es lo que se construye o no. Que es lo que no se puede tocar o no. Que hay debajo o no. Que cimientos se hacen, o en donde se pueden hacer sótano o no. ¿No os parece excesivo?.
En otro post daré mi opinión sobre la candidatura de Cuenca, pero el odio no es buen consejero para el progreso.
Ciao,salú y anarquía.

Dr. Mabuse dijo...

Jerónimo, ha sido un placer contar con tu punto de vista en este asunto. Espero que las posibles divergencias, iniciales o finales, que hayas encontrado con tu planteamiento no te retracten de futuras intervenciones. Para eso sirven los foros (o los foro-blogs como este): para compartir más que para dividir.
A los demás, ¡un brindis por la libertad de pensamiento! Por cierto, las papeleras del puente me parecen horrendas.

casandra dijo...

Precisar algunas cosillas. Dices que notas cierto corporativismo en las opiniones, y puede que en este tema sea cierto, pero es por una cuestión muy simple; este tema ya se debatió en el foro y la mayoría de los participantes estaban de acuerdo en que la reforma les gustaba. Es una opinión formada que ahora no resulta fácil de cambiar, aunque habéis estado a punto de conseguirlo (todo sea dicho). Me alegra que un post tan "bocazas" como el que inició la discusión (mea culpa) haya generado opiniones tan interesantes. En ningún momento me han parecido fuera de tono ni agrasivas (bueno... quizás algo) porque esto es una "taberna" y aquí se viene a tomar el medio y cada uno se toma los que quiere y como quiere. Así que muchas gracias a todos y deciros que algo si que me habéis cambiado en la forma de ver este asunto.

harazem dijo...

Bueno, realmente da alegría que esto vuelva a ser nuestra taberna, con sus fichazos de dominó sobre el mármol (aunque no sea una imagen cara a las mujeres) y todo, pero permitidme que la use por gráfica. Y que además siga siendo una escuela de conocimiento, de la realidad y de nosotros mismos. Como acaba de decir el tabernero.

Y he de decir, que aunque que me sigue gustando, y mucho, la intervención de Cuenca en el puente, realmente tanto las copas a las que nos ha invitado Jerónimo como las de Saqunda, me han tocado la estabilidad. No Jerónimo, aquí no se tienen convicciones de acero y por mi parte, si me siento a gusto en esta taberna es precisamente por ello. Como asiduo que has sido a veces seguro que lo sabes. Y seguro que también estás aquí por eso. Aquí cada uno aporta lo que sabe con varios fines últimos: divertirnos charlando entre amigos y tratar distendidamente, sabiendo que estamos en una taberna, sobre los asuntos de esta ciudad de nuestras penas y alegrías. El puente, lajarcayatas joías, el zoológico, la rosaleda, los grafitis, los patinazos de nuestros políticos y las burbujas de nuestros besugos intelectuales de plantilla. Y nunca olvido que equivocados o certeros esta taberna supone uno de los escasos lugares de debate público de esta extraña ciudad. Y que merece la pena mantenerla y mejorarla cada día con nuestros granitos de arena, de azúcar o de sal.

Isaak dijo...

Difícil Verdadero ha tocado un nervio sensible. Al margen de los pareceres que, no por fundados, dejan de ser subjetivos, Indy es un elemento fundamental en cuestiones de este tipo, aunque no luzca como mascarón de proa.

El exceso de poder, en arqueología como en cualquier otro aspecto, conduce a situaciones paradójicas. Y como "ciencia de los cimientos" que es, se convierte en juez de lo que se coloca "sobre".

El arquitecto propone, pero el arqueólogo reputado suele tener la última palabra. Aunque sea en sánscrito y no la entienda ni Dios. Lo que no quiere decir que, como todo el mundo, no obedezca órdenes.

Y hasta aquí puedo leer...

Jerónimo Sánchez dijo...

A ver, camaradas de medio. No penséis que por aquí andamos con alguna rabieta porque no nos hacen caso. No es eso. La cosa es muy simple: tiempo que no tengo (los que me conocen lo saben muy bien) lo he dedicado encantado a exponer determinados aspectos técnicos de la obra concreta de un arquitecto concreto que no se ha ajustado a los requisitos actuales sobre estas intervenciones, como ha demostrado mucho mejor que yo Saqunda. No puedo negar que me ha llamado mucho la atención (negativamente) que la inmensa mayoría de los post hayan incidido en argumentos personalistas y de "gusto", que he tratado de contrarrestar -creo- siendo didáctico. Y el problema está en que nos jugamos mucho, no sólo por la capitalidad, sino por la propia recuperación del Patrimonio. Éste, una vez destruido, es irrecuperable, y con él la información que aporta.
Que me gusta charlar creo que es obvio, y no aspiro a que se me dé la razón ni mucho menos. Ahora bien, salir por los cerros de Úbeda, defendiendo a capa y espada algo demostrablemente mal hecho desde el punto de vista técnico, la verdad, me ha dado que pensar, sacando a colación temas colaterales (arqueólogos malos y poderosos y pobrecitos arquitectos y sufridores, por ejemplo) que no tienen fundamento y cuyo único objetivo parecía ser mantener prístina la imagen de una persona a la que, por lo que veo, muchos parroquianos conocen (no es mi caso y yo sólo hablo del trabajo). En definitiva, esto ha sido una escepción, lo prometo.

harazem dijo...

Espero, Jerónimo, que esa promesa sea una broma.

Isaak dijo...

Jerónimo, los buenos y los malos son para las películas. En la realidad hay hechos, personas desempeñando papeles, y subjetividad que tiñendolo todo. Como Harazem, también espero que la promesa sea una broma.

Aún sin conocer personalmente a los aludidos -como puede ser el caso de la mayor parte de nosotros-, son personajes cuyos actos profesionales sí se reflejan de muchas formas en el comportamiento "patrimonial" de la ciudad. Y ésa es la única guía para formarse una opinión, no personal, pero sí profesional.

La información técnica que viertes es un paquete de datos útiles que nada tiene que ver con las consideraciones sobre el arquitecto en cuestión y que yo, particularmente, agradezco infinito.

Puerta de Osario dijo...

Yo no puedo opinar de los aspectos puramente arqueológicos porque no conozco la metodología ni la normativa. Comparto con el Tabernero que resulta más didáctico a la vista el aspecto del puente y la torre ahora mismo, en el sentido de poder ver los sillares limpios, aunque no sea capaz de identificar las fases constructivas porque no las diferencio ni conozco. En la Calahorra esto es más evidente, y me resulta agradable a la vista.

Pero el caso es que yo, cada vez que asomaba por allí durante las obras, me llevaba un disgusto nuevo. El pretil, los retratos de Naranjito tapando la torre, la iluminación (reconozco que un día tanteé con el pie una lámpara, a ver cómo de resistente era)...

Por último, sobre lo que ha dicho Jerónimo saco simplemente datos y conocimientos nuevos sobre los protocolos de actuación, y me da un nuevo disgusto en relación con el puente.

Toda la retahíla es pa justificar colgar el enlace al COMPLETÍSIMO artículo de Alberto León sobre la Calahorra y el resto de fortificaciones cordobesas. Si tenía alguna intención de adelantar algo de trabajo este finde, acabo de perderla.

http://www.arqueocordoba.com/publ/publolPDF/leon06.pdf

dificil verdadero dijo...

Bueno, venga, vamos. "ANTES DE HABLAR Y PROPONER HAY QUE SABER DE LO QUE SE HABLA E INFORMARSE DE LAS IMPLICACIONES, Y SER MEDIANAMENTE SERIOS,,,,".
Así concluías tu descalificación, acerca de la propuesta de nombrar a Juan Cuenca como cordobés del año por la reforma/rehabilitación/adecentamiento/limpieza/intervención/ o lo que los "doctos en la materia", osea los historiadores reconvertidos en arqueólogos, queráis llamar sobre el ,no sé si será, Puente Romano.
En fin, que le vamos hacer, seamos serios y de lo que no sabemos no opinemos. Perdón y mucha salú y más anarquía para todos/as.